lunes, 15 de diciembre de 2014

Ying Yang

A veces la realidad choca demasiado fuerte contra nuestra cara, y así nos pasa, que nos hacemos el doble de daño.
Creí que si cerraba los ojos, la cosa no dolería.
Sin querer he mirado y ahora duele más.
Todos tenemos nuestros demonios... cada uno a nuestra manera y escondidos en alguna parte. 
A veces los demonios son nuestras inseguridades hechas personas.
A veces esas personas nos hacen sacar lo peor de nosotros mismos.
Otras veces es mirarnos fijamente y simplemente llorar.
No os creáis nada de lo que nos dicen las películas; porque ni la vida es justa, ni bonita, ni vamos a ser felices.
A veces el mejor sitio donde poder encontrarnos a nosotros mismos está compuesto por gente muerta, y posee una melodía que llega hasta lo más profundo de nuestro corazón. Ahí. Donde todo nos duele más.
Os diré dos cosas que son realmente ciertas:
La primera es que todo tiempo bonito esconde males donde no miramos, porque estamos demasiado cegados por pensar que la vida es maravillosa y que todo nos va bien.
La otra es que nunca hay oscuridad completa, y que siempre brillará el sol aunque haya días nublados. Puede que no lo veas en ese momento, pero dentro de todo lo malo, habrá algo bueno que aparezca en ese momento o después.
Nos buscamos a nosotros mismos en algún libro, o alguna letra de canción y se nos olvida que hay que mirarse de vez en cuando al espejo, y que las melodías sin letra son capaces de hacerte sentir único. 
Nos enamoramos de la forma de enamorarse de nuestros personajes preferidos de ficción y así nos va.
MAL.
No hay ningún manual sobre cómo sobrevivir a la vida, pero todos sabemos que llorar a veces es lo mejor que nos puede pasar.
Las personas pesimistas piensan que por qué hacer algo si no lleva a ninguna parte.
Los soñadores, que luchar por lo que más nos gusta es la mayor satisfacción de todas. Que cuanto más difícil sea el camino, significa que lo estás haciendo bien.
La mezcla de las peores partes de ambas cosas se llama enamorarse.
Entender a las personas y qué hacer cuando quieres mantener a una en tu vida es lo más difícil que he intentado en toda mi vida.
No dejéis que nunca deje de intentarlo.

-¿Por qué vivir si al final vamos a morir?
- Porque entre medias de cada cosa, te lo pasas bien.




Oh, Yann Tiersen, gracias por hacerme música.

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