viernes, 17 de mayo de 2013

...Y se fue.

Tengo demasiado frío, ya no sé si es porque hace frío en la calle, o porque yo por dentro estoy fría.
Nunca olvidaré su mirada perdida fija en mis pasos. Su miedo reflejado en mis propios ojos, mi miedo.
Las palabras ahogadas en el fondo de al garganta intentando salir.
Una última mirada fija, para quedarme con esos rasgos que tanto me han hecho reír y llorar, una mirada tierna de mi parte, una caricia...
Cierro los ojos y simplemente me voy.
Sin volver a mirar atrás.
Allí se ha quedado todo lo bueno que quedaba en mí, allí se ha quedado toda mi vida.
Un adiós perdido en mi garganta que nunca sabré decir.
Nunca supe decir adiós, ni cuando realmente hacía falta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario