viernes, 17 de mayo de 2013

Adiós.

Y te das cuenta de que todo ha terminado, de que estos dos últimos años han pasado demasiado deprisa, que han dejado muchos sentimientos perdidos en el olvido y nuevos sentimientos floreciendo de dentro por el suceso en sí.
Te das cuenta de que ya no van a estar ahí cuando te levantes a las seis de la mañana y vayas sólo para verlos, para estar con ellos.
Son tu familia, y decirles adiós es como robarte un pedazo de tu ser.
Ya se han terminado las clases, y con ellas ellos ya no estarán.
Nunca se me dio bien eso de decir adiós, y ojalá no tuviese que decirles adiós a ellos.
Hemos compartido tantas cosas, que no puedo creerme que ya no puedan sumarse muchas más.
Ojalá nos veamos todos juntos allá en lo alto, donde siempre hemos querido estar... Todos otra vez subidos a un escenario.
No sé qué será de mí sin vosotros.

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