domingo, 17 de agosto de 2014

Hoy es nuestro cumpleaños.

Feliz cumpleaños amigo :)
Aunque hace exactamente treinta segundos que hemos colgado el teléfono de contarnos qué tal llevamos nuestro día.
Ha pasado mucho tiempo para poder volver a decirte "felicidades, amigo", pero por mucho que he pasado, ha merecido la pena.
Es una mierda que las cosas no fueran como yo siempre me las estaba imaginando en la cabeza, y que al igual que yo pensaba que tú me odiabas, tú pensabas lo mismo de mí.
El destino pone las cosas en su sitio, y cuando algo es bueno, vuelve.
Estoy bastante contenta de que se haya terminado el mal tiempo y otra vez todo en calma.
Mereció la pena esperar, yo siempre lo dije.

Que paséis todos un buen día, yo hoy voy a disfrutar de familia y amigos y a celebrar mi cumpleaños de muy buen humor :)


Gran 17 de Agosto.

lunes, 11 de agosto de 2014

La súper luna.

Estoy sentada con la luna contándole mis penas, y no parece tan estúpido ponerse a hablar de amor con alguien que quiere ser madre.
"Y si el niño llora, menguará la luna para hacerle una cuna."
Es una de esas noches de Jazz en blanco y negro, con el vaso de un whisky doble con hielo y un puro filosofando sobre la vida; solo que el escenario es el patio de mi casa de noche, la música de fondo son los silbidos del viento entre los árboles, y el puro y el whisky son una taza de nesquick con leche. Pero la esencia sigue siendo la misma.
Y la luna no deja de decirme que deje de lloriquear y que aprenda a mantener cerca a las personas que quiero, y creo que tiene razón, pero qué difícil es que pasen los días tan rápido y no disfrutes de la vida como es debido.
Es malo echar de menos. O no. Bueno... Yo qué sé.
Supongo que las noches así de incertidumbre masticando almohada me sirven para desahogarme a mi manera aquí.
Creéis que no digo nada, pero es difícil hablar cuando las paredes oyen, y queda más bonito que se de por aludido quien quiera y ser yo la única que sepa por quién van mis palabras sin sentido y mis entradas largas que no dicen una puta mierda.
Debería censurarme al hablar, pero ya me censuro la vida demasiado, porque enseñar las cartas hace que no puedas tener una buena jugada. Así que yo seguiré soltando tacos, durmiendo sola, mordiéndome las uñas y soñando despierta... El resto lo dejo para quien lo quiera entender.

Buenas noches.