jueves, 27 de noviembre de 2014

E.

Trazo lentamente con la yema de mi dedo índice las líneas invisibles que separan cada lunar en su espalda. Suspiro despacio, sin que nadie más que mi corazón machacado lo pueda oír. Él está totalmente quieto, lo único que me delata que no está dormido es el ritmo de su respiración. Me conozco cada sonido de su respiración, y de cada ritmo del latido de su corazón marcando su canción en las venas de su cuello.
La ventana está abierta y fuera se oye un lento golpeteo de las gotas de lluvia chocando contra cualquier acera solitaria.
Vuelvo a dejar mis dedos vagar por esa piel tan suave, por esa respiración tranquila. Me vuelvo traviesa y dejo que esa insignificante caricia llegue a su hombro, y explore tierras lejanas llegando hasta su cuello.
Imperceptiblemente cambia la canción de sus latidos y se vuelve más rápida.
Sonrío, pero él no se da cuenta. Está completamente de espaldas, como si estuviese enfadado con el mundo y lo único que deja que le toque sea mi mano, ahora descubriendo su clavícula. Esa sonrisa será un secreto entre su espalda y yo.
Y vuelvo a tierra conocida y para volver a repasar por millonésima vez ese hueco entre sus omóplatos.
Podría pasarme horas así, es la acción más simple y reconfortante del mundo.
Parece mentira, pero dejar mi mano vagar por las líneas de su cuerpo hace que se me olvide la mierda de día que he tenido.
Le paso despacio la mano por debajo de su brazo y dejo que repose en su tripa, mecida por ese vals tan bonito que es su respiración relajada.
Y así nos quedamos segundos, minutos, horas. No se sabe, el tiempo se para cuando estoy así.
Porque es agradable.
Mi propio confort y relajación solo es el un efecto gemelo de cada paseo por su cuerpo con mis manos.
Es mi propia terapia, es el reflejo sobre mi propio cuerpo.
Y así será siempre, sin palabras, sin sentimientos, solo la lluvia gritando que alguien la salve.
Solo la canción de dos latidos cantando una melodía que ni los mayores expertos sabrían ponerle nombre.
En mis ratos más amargos dejo a mi imaginación volar hacia ese lugar.
Allí donde lo malo no existe, ni lo bueno. No existe nada, solo una mente en blanco y una canción sin letra.
Porque allí.... Estoy en casa.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Nuevos proyectos

Esta mañana me he despertado pensando "¿Y si me hago otro blog donde poner mis pensamientos y mi forma de ver la vida y dejo las cosas fáciles para escribir relatos cortos y mini textos según lo que siento?" Y nada, llevo como una hora y media creando mi nuevo blog para que tenga colores cálidos (No tan llamativo como este, que entre el verde fosforescente y el rosa chillón, no sé cómo nadie se ha quejado aún de esos colores...) y en el borrador está la mitad de mi primera entrada. 
Eso no quiere decir que deje de lado este sitio, entendedme, he crecido con este blog, y estoy muy contenta de lo que he conseguido, pero dado que por circunstancias de la vida ahora tengo mucho tiempo libre, me apetece un montonazo sacar a relucir mi creatividad con la escritura.
Y nada, al final voy a pasar de escribir una vez cada dos o tres meses, a intentar escribir algo mínimo una vez a la semana.
Ojalá mi cabeza y mis dedos me dejen escribir más cosas, pero todo dependerá de lo buena o mala que soy.
Y nada, después de este rollo que os he soltado, solo deciros que espero que saquéis al menos cinco minutitos de vuestra vida para leerme de vez en cuando, porque me hace muy feliz escribir para que los demás lo lean.
Y si encima os gusta (o si no, estoy abierta a criticas siempre y cuando no falten al respeto) me gustaría mucho que me dejáseis comentarios.
Un besito a todos, os espero en www.pensamientosderox.blogspot.com 
:) 

domingo, 2 de noviembre de 2014

¿Tienes miedo?

"- ¿Tienes miedo? Preguntó la muerte.
- No. Respondió ella.
- ¿Por qué no?
- Porque de lo único que estamos seguros desde que nacemos, es de que vamos a morir. 
- Entonces, ¿Por qué hueles a miedo?
- Porque aún no es el momento de morir, tengo pendientes unos sueños que cumplir, y no me gusta pensar que todo va a desaparecer de repente y mi vida va a volver a empezar siendo otra persona, con otra familia y otros sueños que es probable que tampoco cumpla.
- ¿No tienes miedo de mí? 
- No.
- ¿Por qué no?
- Porque no me das miedo, me da miedo lo que haces. Rompes sueños, vidas, ilusiones, amores... Pero tú solo eres una persona más, como yo.
- Está bien, puedes vivir.
(Y la muerte se alejó dejándola con una mirada de asombro fija en su espalda mientras se iba)"