jueves, 6 de febrero de 2014

No hay que mezclar las churras con las meninas.

Cuidado con tu cabeza, puede aliarse con tu corazón un día y a la mierda el control sobre las cosas. Y de repente te ves soñando con alguien que no has visto en persona, y piensas "joder, es imposble, si no estoy enchochada ni nada". Y ahí es cuando tienes miedo de ser una acosadora obsesiva compulsiva porque no entiendes por qué cojones sueñas con esa persona. Y menuda mierda.

Cambiando de tema, me gustaría alabar a todas esas personas que tienen una opinión propia y se la suda lo que sus amigos digan al respecto, son opiniones que no van a tener influencia en la suya propia.  Joder, qué respetable es, porque si te gusta alguien y vas con el miedo de que tus amigos no acepten por unas cosas u otras como es esa persona, se te va a la mierda todo, los gustos, la chica y el tiempo que pierdes.
Si te gusta algo, a por ello. El que la sigue la consigue.
Si al contrario eres de esos que si tus amigos no aceptan a una chica tú tampoco, para a pensar que tu vida la vas a vivir tú, no ellos.

Y nada, que está lloviendo a mares y estoy encerrada estudiando, tengo muchas divagaciones extrañas en la cabeza y lo único que necesito de vez en cuando es escribir. Soltar todo lo que me molesta en la cabeza, y así que me entre la vida culebrón de las guerras entre españoles y franceses o ingleses en el siglo XIX, porque no sabéis qué pesados eran con las guerritas, los tratados y las pollas que se comía Isabel II.

Así que gracias por leer las estupideces que me molestan y me distraen y que tan sólo he venido aquí a soltarlas un ratillo (como aquello de "yo he venido aquí a hablar de mi libro", pues igual) y espero no morir por los comederos de cabeza extraños que tengo y por los exámenes finales.

Eh, pero tranquilos, que él también tiene su pedazo de fama en mi cabeza y cuando más agobiada estoy, me llegan las chorradas de siempre de echarle de menos. Tampoco me juzguéis o me llaméis inmadura, algún día entenderéis que cuando alguien cuida de ti de la forma en la que mi mejor amigo lo hacía, cuando te falta te sabe a poco escribir tanto de forma que nadie te lea como escribir para que me lea todo el mundo. Antes yo tenía cosas en la cabeza que me descolocaban y me rallaban, y ¡plof! Él en una tarde de teléfono o vernos me las quitaba todas. Así que sí, joder, echo de menos a mi mejor amigo. No me voy a poner en modo sentimentaloide extrema y a soltar lo de siempre de que le quiero y blablabla. Yo lo tengo superado y soy totalmente consciente de las cosas.

Pero es muy jodido estar agobiado y estresado y no poder mantener guardados bajo llave los recuerdos o las cosas dolorosas. Así estoy, fría y vacilona para que nadie me toque ni me haga daño. Y de mala hostia, de mala hostia siempre.

Me voy a seguir con las pollas que se comió Isabel II, gracias por vuestro tiempo leyendo mis estupideces.

Backstreet boys, gracias por amenizarme los días de lluvia.