domingo, 24 de febrero de 2013

Epìtafio.

Tan sola cuando estaba rodeada de gente, tan distante, tan diferente, tan única, y a la vez otra hormiga más, tan insegura, tan convencida, tan dispuesta a darlo todo cuando el "todo" estaba perdido, tan risueña, tan indecisa, tan increíble su forma de intentar ayudar a los demás sin ayudarse a sí misma, tan mayor y niña, tan infantil con cualquier chorrada, tan adorable, tan seria, tan distante, tan arisca, tan fría, tan triste...
No fue lo que querían que fuese, sólo fue ella.

Crónica de un huevo frito.

Yo cuando empecé a escuchar el latido de mi corazón nunca me imaginé que acabaría aquí. Aún recuerdo el día que me llevaron de excursión a la fábrica... Así fue como me di mi primer lavado... No sé si mis hermanos y mis primos seguirían conmigo, sólo sé que ese día marcó mi vida. De ahí me quedé con una marca que no se me ha quitado hasta el día de hoy. Ese 17/02/2013 junto a otro tatuaje que no llego a entender qué significa, pero es parecido. También recuerdo el día que conocí a mis nuevos amigos. Estábamos todos en una caja blanca, bastante fresquitos la verdad. Parece que fue ayer cuando me pasó. Y aquí estoy.. Un ser extraño me ha roto... Me ha roto en dos y estoy en una superficie muy caliente que suena mucho. Siento como mi vida se desvanece con cada chisporreteo... Veo toda mi jodida vida pasar en segundos. Mierda, no conocí a mi madre... Esto suena cada vez más y más, ya no veo, no siento... todo se desvanece, todo se ha acabado... ya no soy nada.